Wednesday, July 13, 2005

Tres Días de Testosterona y Goma Quemá en el Parking del Hiram Bithorn

Cuando mi amiga Angélica me regalo dos pases para el Bike Show del fin de semana del 17 de junio, los acepte más que gustosa.

Ahora, cuando llegó el sábado por la noche y me ví llegando a ese parking sola, me pregunte (yikes!) si realmente saldría de allí con vida.

Pero cuando entre me sentí muy aliviada. Había familias por todas partes y el ambiente, aunque altamente macharranístico, estaba bajo control.

Yo no se mucho de motoras, pero me encantó ver el arte, colores y temas que predominan en esta cultura. Y claro, observar a la gente; los hombres babeándose frente un pedazo de metal cromado; las mujeres complacientes, que le tomaban fotos a sus parejas al lado de esas maquinotas, en un intento fútil de rescatar la virilidad que andar en una mini van con dos “car seats” les quita.

Además fui testigo de uno de los rituales más particulares de este mundo, el famoso “Burning Rubber”, que es ruidoso, apestoso y completamente fascinante.

Y por favor, no podía faltar el “concert” de perreo, donde la palabra gata se dijo alrededor de 55 veces por minuto.

Aparte de todo lo que ya mencione, quede muy impresionada con las motoras de Metry Custom Cycles. Tenían allí varios modelos, incluyendo dos de las ganadoras del Daytona Bike Week 2005, la Grave Digger y la Gold Digger. Si no las conocen les recomiendo echarle un ojo al website, clickeando aquí.

Bueno, las cosas que aprendí del Bike Show fueron:

• Choppers just kick ass! (y quiero una)

• En los Bike Shows, el plástico puede más que el silicón (a menos que no seas “La Burbu”, que estaba allí).

• No hay nada mejor que comerse un bacalaito ciego bien “crispy” mientras disfrutas de un concierto de perreo’.

Así que, si se lo perdieron, definitivamente nos veremos en Bike Week del año que viene en Rincón.

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